Iba un labrador a visitar sus campos para ver si estaban en tiempo para la cosecha. Había llevado a su hija sin experiencia; dijo: ¿cómo algunas de las cañas de trigo tienen la cabeza erguida y altiva; sin duda serán las mejores y las más distinguidas; y esas otras de su alrededor, las que bajan casi hasta la tierra la cabeza serán las peores? dijo la niña.
El padre cogió algunas espigas y dijo: Mira bien, hija mía: ¿Ves estas espigas que con tanta altivez levantan la cabeza? Pues están enteramente vacías. Al contrario, estas otras que se doblan con tanta molestia, es porque están llenas de hermosos granos.
El sabio y el bueno son humildes: la soberbia es propia del ignorante y del malo.
¿Qué nos enseña esta anécdota?, que cuando veamos un hermano altivo y criticón es porque no tiene nada por dentro, porque el que está cargado con el fuego y el trabajo de Dios siempre lo verá sumiso y humilde. Aprendamos la lección. Bendiciones, si necesitas un consejo puedes escribirme a (mujeresdedios1@live.com) Lic. Susie
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